De acuerdo con un informe elaborado por Ernst & Young Terco, se espera que los visitantes gasten más de 2 billones de reales brasileños en hospitalidad (más de 800 millones de dólares). Con tal enorme afluencia de visitantes internacionales, el problema no es generar ingresos a partir del evento, sino proporcionar el espacio suficiente para que los visitantes puedan alojarse cómodamente. El fútbol es el deporte más popular en el mundo, lo que significa que millones de aficionados apasionados viajarán a ver los partidos de su país. Con un hermoso telón de fondo como Brasil, el encanto de un evento tan grande se incrementa. Esto puede significar grandes cosas para la economía brasileña y la industria de la hospitalidad, pero sólo si están preparados para ese gran número de personas.
Los hoteles de Brasil en los 12 lugares donde se realizará el Mundial, han acordado limitar los precios. Aunque la competencia es muy fuerte, los hoteles han dicho que no van a cobrar más de lo que cobran durante la ajetreada temporada de Carnaval y Año Nuevo. Si bien los precios no son precisamente una ganga, evitan que las propiedades inflen los precios y se aprovechen de los visitantes. Pero para estar preparado para un gran número de visitantes,los hoteles tienen que estar preparados e invertir con anticipación. Después de los estadios, el complejo hotelero recibió la mayor cantidad de inversiones.
Después de que la Copa del Mundo haya finalizado, Brasil se habría beneficiado de la gran cantidad de turistas en la zona. Preparar la infraestructura de la ciudad es un reto, pero muestra que el país está preparado para el crecimiento futuro. Los hoteles temporales pueden convertirse en proyectos de vivienda para los residentes o continuar en la industria, pero antes de que se centren demasiado en el futuro, los hoteleros tienen que concentrarse en atravesar exitosamente la agitada temporada que será la Copa del Mundo de 2014.